domingo, 4 de agosto de 2013

Hace algunos minutos al otro lado de la bocina de mi celular sonaba una voz, una voz cargada de ya demasiadas promesas, de sueños que valen la pena ser cumplidos. La voz me decía entre líneas que ya estaba cerca... pudimos vencer la distancia, ahora solo queda acercanos un poco más... Quería gritarle palabritas que llevan demasiado tiempo en proceso de riego y cultivo, decirle que me muero porque nazca aquél árbol que es cómodo de escalar solo si es con él, y difícil de derrumbar gracias a nuestras raíces gorditas. Trataba de imaginar en qué lugar de esta gran ciudad se encontraba, y si estaría pensándome.

Ya no te echo de menos ni tengo miedo. 
Porque eres mucho mejor de lo que pude imaginar. 
Porque tengo tu voz que acompaña mis noche, para esos sueños de los que no me quiero despertar. 

This

No hay comentarios:

Publicar un comentario